Estrategia de Precios para emprendedores: Captura de Valor en Mercados Competitivos

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Estrategia de precios

Índice

Para un emprendedor, hablar de precios puede ser tan delicado como un acto de equilibrio en una cuerda floja. La estrategia de precios no es simplemente fijar un número; es un conjunto de decisiones que, bien ejecutadas, pueden hacer que un negocio florezca o, si se pasa por alto, lo hagan menos competitivo. Una buena estrategia de precios es como el timón de un barco: aunque no siempre se vea, guía el rumbo del negocio.

Tomemos como ejemplo la famosa cadena española Mercadona. En los años noventa, introdujo una idea que hoy define su esencia: la política de “siempre precios bajos” (SPB). Decidieron renunciar a las promociones y a las ofertas, y en su lugar garantizaron al cliente el precio más bajo del mercado en cada producto, cada día.

Esta estrategia permitió a Mercadona crecer hasta convertirse en una de las cadenas de supermercados más grandes de España. ¿El secreto? Hacer sentir al cliente que siempre paga lo justo. Al final, cada negocio, desde un pequeño comercio hasta una gran corporación, puede aprovechar el precio para transmitir un mensaje, ofrecer valor y, sobre todo, ganarse la confianza del cliente.

¿Qué es una Estrategia de Precios y por qué es clave para las PYMEs?

La estrategia de precios no es más que el “plan maestro” que define cómo una empresa fija los precios de sus productos o servicios para alcanzar sus objetivos. En otras palabras, es como el mapa que guía cada paso hacia una meta. Para una pequeña empresa, definir una estrategia de precios es fundamental, ya que se enfrenta a la competencia, a las expectativas del cliente y a sus propios costes. No se trata solo de cubrir gastos, sino de encontrar ese punto ideal donde el cliente siente que recibe algo valioso a un precio justo, y la empresa gana lo suficiente para prosperar.

Imaginemos un pequeño restaurante de barrio que quiere atraer a clientes ofreciendo un menú económico. Su objetivo es llenar mesas todos los días, por lo que decide fijar precios bajos y garantizar un flujo constante de comensales. Este restaurante, al igual que Mercadona, apuesta por la rotación, atrayendo clientes no solo con la calidad de sus platos, sino con precios accesibles. Al contrario, pensemos en un restaurante gourmet con precios más altos, que busca exclusividad y un ambiente diferenciado. En este caso, el precio también envía un mensaje claro: “aquí pagas más, pero la experiencia es única”.

Lectura recomendada: Evaluando y seleccionando segmentos de mercado para PYMES 

Elementos Esenciales en una Estrategia de Precios para Pequeñas Empresas

Valor y Precio: Lo que el Cliente Realmente Paga

La percepción del valor y el precio están siempre en juego. Un cliente no solo evalúa el valor en función de lo que paga, sino también en base a lo que recibe. En este sentido, el precio es como la etiqueta de una prenda de vestir: no solo dice cuánto cuesta, sino que también informa al cliente de su valor y calidad percibida. Pero, ¿qué más tiene en cuenta el cliente?

amazon prime

Pensemos en una tienda online que ofrece envíos gratuitos versus otra que cobra por cada envío. Aunque ambos productos puedan tener el mismo precio de base, la percepción del cliente cambia al considerar los costes adicionales. El cliente percibe como “mejor oferta” el producto con envío gratuito, ya que no tiene que asumir esos costes extra. Es por esto que empresas como Amazon aplican su política de suscripción Prime, donde el cliente paga una tarifa anual por envíos gratuitos y beneficios adicionales como acceso a películas, música, y almacenamiento en la nube. Así, el cliente siente que obtiene más por su dinero, lo cual mejora su percepción del valor.

Lectura recomendada: Cómo mejorar calidad de los productos: diseño y gestión

Competencia y Mercado: Factores Externos que Influencian el Precio

La competencia y el entorno del mercado son como los vientos que influyen en el rumbo de una empresa; no pueden controlarse, pero sí pueden aprovecharse. Un negocio debe observar cómo fijan sus precios otros jugadores en el mercado, especialmente si se trata de competidores directos. Mercadona, por ejemplo, obliga a sus competidores como Carrefour a ajustar sus precios o incluir campañas específicas que comparan los precios para intentar ofrecer un valor similar. Carrefour incluso ha tenido que recurrir a campañas en sus tiendas comparando sus precios con los de Mercadona, indicando: “somos más baratos que Mercadona” en algunos productos.

Para las PYMEs, el precio puede marcar la diferencia en un mercado saturado. Analizar la competencia les permite decidir si conviene acercarse a los precios del mercado o diferenciarse, comunicando a sus clientes que ofrecen algo único, ya sea en calidad, en servicio o en algún otro beneficio adicional.

Principales Estrategias de Precios para PYMEs

Existen varias estrategias de precios que pueden ser útiles para una pequeña empresa o autónomo. Cada estrategia tiene sus ventajas y es importante adaptarla al tipo de negocio, al cliente objetivo y a los recursos con los que cuenta la empresa. A continuación, exploraremos las más comunes y cómo aplicarlas.

Estrategia de Precios Basada en Costes

Esta estrategia parte de los costes internos de la empresa para fijar un precio que cubra, como mínimo, los gastos de producción y operativos, añadiendo un margen que permita obtener beneficios. Para las PYMEs, calcular este tipo de precios es relativamente sencillo, y resulta útil cuando lo que se busca es asegurar que cada venta contribuya a la sostenibilidad del negocio.

Ejemplo práctico: Imagina una cafetería que produce sus pasteles en el propio local. Los costos fijos incluyen el alquiler del espacio, el salario del personal y los servicios (electricidad, agua), mientras que los costos variables son los ingredientes, como harina, azúcar y leche. Si la cafetería decide fijar el precio de un pastel en función de estos costos, lo hará calculando el precio de cada porción para cubrir todos sus gastos y obtener un beneficio razonable. Digamos que la cafetería decide añadir un margen del 20% sobre los costes, con lo cual asegura que el precio cubra no solo los ingredientes, sino también los otros gastos y genere un margen de ganancia por cada pastel vendido.

Esta estrategia, aunque útil para cubrir costes, no tiene en cuenta factores como la percepción del cliente o la competencia. Es aquí donde entran otras estrategias complementarias, que pueden equilibrar los precios para atraer más clientes o diferenciarse del mercado.

Estrategia de Precios Basada en el Valor

La estrategia de precios basada en el valor se enfoca en lo que el cliente está dispuesto a pagar según la percepción que tiene del producto o servicio. Aquí, el precio no se define solo en base a los costes, sino en la propuesta de valor. Esta estrategia permite, por ejemplo, que una empresa pueda fijar precios más altos si logra convencer a su cliente de que su producto o servicio ofrece algo especial o único.

Ejemplo práctico: Tomemos como referencia un negocio de comida gourmet. Esta empresa fija el precio de sus platillos no solo en función de los ingredientes, sino también en la experiencia que ofrece al cliente: un ambiente exclusivo, una presentación cuidada y el uso de ingredientes de alta calidad. A diferencia de un restaurante de comida rápida, donde el cliente busca rapidez y economía, el negocio gourmet ofrece un producto exclusivo que justifica un precio más alto. En este caso, el precio comunica algo más que el valor del platillo, pues simboliza calidad, sofisticación y experiencia.

Al implementar una estrategia de precios basada en el valor, es clave que el negocio comunique claramente lo que hace que su producto sea especial. Utilizar descripciones atractivas, resaltar beneficios únicos y compartir historias detrás del producto o servicio son tácticas que pueden ayudar a justificar precios más altos y mejorar la percepción del cliente.

Estrategia de Precios Basada en la Competencia

La estrategia de precios basada en la competencia analiza lo que cobran otras empresas en el mercado y fija los precios en consecuencia. Esta estrategia es especialmente útil en sectores con gran competencia o en los que los clientes comparan precios constantemente. En lugar de enfocarse únicamente en los costes o el valor percibido, el precio se ajusta según lo que ya está presente en el mercado.

Ejemplo práctico: Un taller de reparación de automóviles que opera en una ciudad con varios competidores debe tomar en cuenta los precios que otros talleres cobran por sus servicios. Al saber que el taller de la esquina cobra 50 € por una revisión básica del automóvil, el emprendedor puede decidir ofrecer el mismo precio o ligeramente menor para atraer a clientes que comparan opciones. Sin embargo, si el taller ofrece un servicio adicional, como revisión digital del motor o garantía extendida, puede diferenciarse al comunicar estos beneficios extra, incluso si su precio es ligeramente superior al de la competencia.

Enfocar la estrategia solo en la competencia puede llevar a guerras de precios, donde todos los negocios involucrados acaban disminuyendo sus beneficios. Por ello, es recomendable combinarla con tácticas de valor añadido, para que el cliente perciba algo adicional sin depender exclusivamente del precio.

Estrategia de Precios Psicológicos para Mejorar la Percepción del Cliente

Esta estrategia utiliza principios de psicología para establecer precios que resulten atractivos al cliente. Un ejemplo común es el uso de precios que terminan en “.99” en lugar de un número redondo, haciendo que el precio parezca menor. A menudo se emplea en el comercio minorista y en servicios donde el precio es un factor decisivo de compra.

Ejemplo práctico: Imagina que una tienda de artículos de decoración vende una lámpara a 29,99 € en lugar de 30 €. Aunque la diferencia sea mínima, el cliente percibe un precio más atractivo. Es una táctica ampliamente utilizada y, aunque parece simple, genera una diferencia notable en la percepción del cliente, quien tiende a ver la compra como una mejor oferta.

Esta estrategia funciona bien en productos que se compran de manera impulsiva o en donde la diferencia de pocos céntimos puede impactar la decisión de compra. Sin embargo, en productos o servicios de alto valor, es recomendable optar por precios redondos, ya que comunican claridad y refuerzan la confianza del cliente en la calidad.

Factores a Considerar al Elegir una Estrategia de Precios

Para las PYMEs, una buena estrategia de precios depende de múltiples factores que van más allá de los costes y los objetivos de rentabilidad. Estos factores, como el conocimiento del cliente objetivo y la coherencia con la estrategia de marketing, ayudan a asegurar que la estrategia sea efectiva y sostenible.

Conocimiento del Cliente Objetivo

Es fundamental conocer al cliente para adaptar la estrategia de precios a sus necesidades y expectativas. Un negocio que vende productos premium a clientes que buscan exclusividad puede fijar precios altos sin problemas, ya que su cliente objetivo entiende y valora la calidad. Por el contrario, un comercio orientado al cliente que busca conveniencia y economía deberá aplicar precios más ajustados, ofreciendo en su lugar una propuesta de valor en términos de rapidez o accesibilidad.

Ejemplo práctico: Para una tienda de bicicletas que ofrece productos de alta gama, el cliente objetivo valora la calidad y durabilidad. El precio refleja la calidad del producto y la tienda puede aplicar una estrategia basada en el valor, justificando el precio con atributos de exclusividad y materiales de alta resistencia. Para otra tienda que se centra en bicicletas de uso diario, los precios deben ser accesibles, y aquí cobra sentido una estrategia más ajustada a la competencia.

Objetivos de la Empresa y Consistencia con el Marketing Mix

El precio es una herramienta clave del marketing mix (producto, precio, plaza y promoción), y debe estar alineado con los objetivos y valores de la empresa. Si una PYME busca posicionarse como accesible y conveniente, su estrategia de precios debe reflejarlo ofreciendo precios competitivos. Por otro lado, si la meta es construir una marca de calidad superior, los precios elevados serán una parte clave del mensaje de valor.

Consejo: Antes de fijar un precio, conviene definir el objetivo de la empresa y verificar que el precio comunica correctamente el valor de la marca. Este alineamiento ayuda a evitar que el cliente perciba el precio como injusto o incoherente.

Consejos Prácticos para Implementar una Estrategia de Precios Eficiente

Implementar una estrategia de precios es solo el primer paso. A medida que el negocio crece y el mercado cambia, es necesario ajustar y comunicar constantemente el valor de los productos o servicios para mantener la competitividad. A continuación, se presentan algunos consejos clave para llevar la estrategia de precios a la práctica.

Monitoreo y Ajuste Continuo de Precios

El mercado cambia rápidamente y, con él, las expectativas de los clientes. Monitorear los precios de forma regular permite a las pequeñas empresas adaptarse de manera rápida y efectiva a cambios en la demanda, en los costes o en la actividad de la competencia. El objetivo es mantener la flexibilidad sin que esto afecte negativamente la percepción de valor de los clientes.

Consejo: Utilizar herramientas digitales o programas de gestión de ventas para monitorear tendencias de compra es una excelente práctica. Existen herramientas como Google Analytics y plataformas de gestión de inventario que pueden ayudarte a identificar patrones y ajustar la estrategia de precios de forma ágil y precisa.

Comunicación Clara de la Propuesta de Valor

Una parte fundamental para que el cliente acepte un precio es entender el valor que respalda dicho precio. Comunicar de forma clara los beneficios que ofrece el producto o servicio, en comparación con lo que el cliente paga, permite reducir la resistencia al precio y fortalecer la percepción de valor. Aquí, la coherencia entre lo que se comunica y lo que el cliente percibe es clave.

Consejo: En negocios locales o tiendas en línea, puedes utilizar etiquetas o carteles que expliquen las características únicas de los productos. En un restaurante, por ejemplo, destacar que los ingredientes son orgánicos y de proveedores locales puede justificar un precio más alto y atraer a clientes que valoran la sostenibilidad y la calidad.

Evaluación de la Experiencia del Cliente para Ajustar Precios

La experiencia del cliente puede ser un elemento diferenciador a la hora de establecer precios. Para muchos consumidores, un precio más elevado se justifica si el servicio o la experiencia ofrecida es memorable. Por ejemplo, un local que vende café puede ofrecer un ambiente acogedor, música en vivo o una decoración única, factores que, aunque no son el producto en sí, agregan valor a la experiencia del cliente.

Consejo: Evalúa los aspectos de la experiencia que tu negocio puede potenciar. La atención personalizada, un ambiente agradable o detalles adicionales, como empaques atractivos o presentaciones cuidadas, son elementos que enriquecen la percepción de valor y permiten ajustar los precios en consecuencia.

Evitar Cambios de Precios Frecuentes que Puedan Confundir al Cliente

Aunque la flexibilidad en precios es una ventaja, cambiar constantemente los precios puede generar desconfianza en los clientes, haciéndoles pensar que el negocio no tiene claridad en su estrategia o que los precios no son justos. Por esta razón, es importante ajustar precios solo cuando se justifique claramente por cambios en el mercado, en la competencia o en la estructura de costes.

Consejo: Establece una política de precios clara y comunícala a tus clientes. Ofrecer descuentos específicos en fechas clave o promociones anuales puede crear una expectativa en el cliente sin afectar la percepción del valor real del producto o servicio.

Utilizar Estrategias de Fidelización para Mantener la Competitividad

Para las PYMEs, una de las maneras más efectivas de retener a los clientes sin tener que competir únicamente en precio es implementar programas de fidelización. Al ofrecer descuentos o recompensas a clientes frecuentes, se puede generar lealtad y reducir la necesidad de atraer constantemente nuevos clientes con precios bajos.

Consejo: Si ofreces servicios, puedes también implementar una política de beneficios por frecuencia. Por ejemplo, una peluquería puede ofrecer el quinto corte de cabello gratis o un descuento especial después de varias visitas. Este tipo de recompensas mejoran la relación con los clientes y ayudan a construir una base de clientes leales que valoran más que solo el precio.

Conclusión

Una estrategia de precios bien pensada es como el GPS de un negocio: dirige las decisiones y marca el camino para alcanzar objetivos sin perder el rumbo. Para las pequeñas empresas, encontrar el equilibrio perfecto en el precio puede ser una herramienta poderosa para atraer clientes, maximizar el valor percibido y, en última instancia, asegurar la sostenibilidad del negocio.

Cada estrategia de precios mencionada tiene sus fortalezas y se adapta a distintas situaciones de mercado, tipo de cliente y modelo de negocio. Sin embargo, el verdadero valor de una estrategia de precios radica en su flexibilidad y en la capacidad de la empresa para adaptarse a las condiciones cambiantes del mercado.

Así que, emprendedor, ¿estás listo para ajustar tu estrategia de precios? Si aplicas estos consejos y mantienes una comunicación constante con tus clientes, verás cómo tus precios no solo reflejan números, sino el verdadero valor que tu negocio aporta. ¡Es hora de poner en práctica estas estrategias y capturar todo el valor que tu negocio merece!

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Regina Moretto
Ayudo a PYMES a digitalizar sus empresas y mejorar su imagen de marca. Experta en Marketing y Diseño de E-Commerce.

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